5 consejos para simplificar el guardarropas y comprar menos ropa
Como una de las mayores fuentes de desorden para la mayoría de la gente, todos gastamos mucho tiempo, energía y dinero en encontrar, comprar, almacenar y mantener nuestra ropa.
La ropa que se queda en el fondo de un guardarropas no va a añadir ningún tipo de valor a nuestra vida y, en cambio, contribuye a una cantidad desmesurada de contaminación por residuos.
Sólo los consumidores estadounidenses generan casi 254 millones de toneladas de residuos al año y gran parte de estos residuos se deben a la industria de la moda y a los millones de piezas textiles desechadas.
Más allá de la preocupación por el medio ambiente y el deseo de minimalismo, ¿no es la vida mejor con menos ropa? 🙂 Con eso en mente, aquí hay cinco formas sencillas de dejar de comprar ropa que nunca usarás.
- Cancelar la suscripción a los correos electrónicos de las tiendas online.
Están diseñados para incitarte a comprar ropa sólo porque está de oferta o porque ha salido una nueva gama. O bien, intenta combinar todas tus suscripciones de correo electrónico en un solo mensaje al día utilizando unroll.
- Aprender a hacer algunas reparaciones básicas.
Hay un tremendo estigma contra esto que necesita ser repensado. Hacer que las prendas duren debería ser un motivo de orgullo. Incluso pagar las reparaciones de los profesionales es (la mayoría de las veces) más económico en comparación con la sustitución de las prendas.
Prueba a aprender a reparar calcetines y a resolver los zapatos. Haciendo esto, puedes hacer que esas prendas que te gustan y que usas regularmente duren más tiempo, reduciendo las posibilidades de comprar nuevas piezas de ropa que tienen un futuro en el fondo de tu guardarropas.
- Invertir en prendas de mayor calidad.
Este es un consejo común, pero que merece ser repetido. Cuando tu armario se compone de artículos con una vida útil considerable, hay menos deseo y necesidad de comprar piezas nuevas con frecuencia.
Las prendas de mayor calidad también nos obligan a tomarnos en serio las compras, en lugar de hacernos con un montón de ropa cada vez que se anuncian rebajas. Comprar ropa innecesaria no debería ser una fuente principal de entretenimiento o de alivio del estrés: aunque todo el mundo debería hacer lo que le hace feliz, comprar sin sentido es una insidiosa excepción.
- Lleva una lista de deseos.
Cuando crea que puede querer un artículo, anote los detalles y decida revisarlo en un tiempo determinado. Nunca se deje presionar por el miedo a que algo se agote, a que se acaben las rebajas o a cualquier otra limitación inventada. Incluso si no puede conseguir el artículo exacto, siempre podrá encontrar algo casi idéntico en otro lugar.
Lo más probable es que, al cabo de unos días, no quiera lo que está en la lista. A veces, las ganas pueden quedarse; una buena señal de que es algo que te pondrías y te encantaría.
- Establecer prendas problemáticas.
Todos tenemos ciertas prendas que simplemente nunca nos sirven. Tal vez haya traído docenas de vaqueros con el objetivo de encontrar los perfectos. Tal vez no dejas de adquirir tacones de 15 centímetros y te pones cada par una vez.
Personalmente, me he dado cuenta de que nunca encontraré un par de pantalones cortos de mezclilla que me queden bien (ser bajito pero macizo es un dolor) y ahora he dejado de intentar comprar ninguno. Todo el mundo tiene esas prendas y, una vez identificadas, hay que evitarlas conscientemente.
Si has llevado varias versiones en el pasado sin usarlas nunca, es probable que nunca te pongas una nueva. Deja ir esos vaqueros blancos de cintura alta y céntrate en comprar sólo lo que te guste para despejar tu guardarropas.